* Ambientalistas interpusieron un juicio de amparo indirecto
* Esta suspensión obliga a las autoridades a verificar si la empresa “RS Granos, Hortalizas y Carne” tiene los permisos legales necesarios para construir. Esto incluye permisos ambientales, de uso de suelo, agua, entre otros
Martín Gómez
Actopan, Ver., 19 de mayo de 2025.- Los ambientalistas en defensa de la Laguna de la Mancha, en el municipio de Actopan, Veracruz, interpusieron un juicio de amparo indirecto, el cual fue recibido por el Juzgado de Distrito.
Los integrantes del Movimiento en Defensa de la Laguna de la Mancha, explicaron que estas acciones las realizan frente a la amenaza que representa la instalación de la Granja Avícola Ecosustentable ALP “Nuestra Señora de Guadalupe”.
Estas maniobras se realizan en la comunidad de Palmas de Abajo, donde con base a la información del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) de la empresa, la proyección es de más de 2 millones 240 mil pollos al año.
También dieron a conocer que esta obra se construye en colindancia con el sistema hídrico natural de la Laguna de La Mancha.
“Decidimos alzar la voz. La Mancha es un santuario natural compartido por pescadores, visitantes y comunidades locales que coexisten con garzas, papanes, tortugas, lagartos y muchas especies más; es hogar de manglares imprescindibles para la vida de la laguna y para el equilibrio ecológico de la región”, indicaron mediante un pronunciamiento.
Por esa razón indicaron que, ante el inminente riesgo de daño ambiental de la laguna, decidieron interponer un juicio de amparo indirecto el cual fue recibido por el Juzgado de Distrito y otorgó una suspensión provisional como primer paso para proteger el entorno y el derecho de la comunidad a un ambiente sano.
Esta suspensión obliga a las autoridades a verificar si la empresa “RS Granos, Hortalizas y Carne” tiene los permisos legales necesarios para construir la granja. Esto incluye permisos ambientales, de uso de suelo, agua, entre otros. Si no los tiene, la obra no puede continuar y debe ser suspendida para evitar daños a la naturaleza y al agua de la comunidad.
“El juez fue claro: hay que tomar medidas inmediatas para proteger la vida vegetal, animal y los ecosistemas que podrían verse afectados. También pidió revisar cómo planea la empresa manejar los residuos de una producción de tal magnitud, excremento, aguas contaminadas, olores, plagas y qué impacto tendría esto en la salud de las personas y el ambiente”.
Los defensores indicaron que si bien, falta la resolución definitiva, esta suspensión ya es un logro. Porque no sólo frena temporalmente una obra peligrosa, también reconoce la voz de las comunidades como legítima y necesaria, y obliga a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno a rendir cuentas.