* El can fue llevado al antirrábico de Tlaquepaque, donde fue atendido de lesiones en sus patas
Excélsior
“¡Ciérratele!”. Grita el copiloto de un vehículo, que insiste en cerrarle el paso a una camioneta que lleva arrastrando a un perro.
La mujer baja el vidrio y se muestra sorprendida de que le cerraran el paso.
¿Ya vio lo que está haciendo, señora?”, le reclama la persona que iban en el auto que se le cerró quien fue identificada como Catalina Ledesma Aguayo.
La mujer fue trasladada en la patrulla 17204 a la fiscalía del estado, ubicada en la calle 14 en la zona industrial por el delito de crueldad contra los animales, publicó en su muro de Facebook Mascotas Alcalde Barranquitas.
En la misma cuenta se indicó que lapena por este delito es de seis a ocho meses de prisión. Se indicó que se castiga a toda persona que cause lesiones sin poner en riesgo la vida ni afectar el desenvolvimiento y que se refleje un menoscabo en la salud del animal.
Sin embargo, una usuaria identificada como Jessica denunció que Catalina Ledesma Aguayo fue dejada en libertad pese al video y que se difundió en redes sociales. Estamos hartos de tanta impunidad y que no se castiguen estos actos tan crueles, que solo incitan al odio y al dejarla libre, los maltratadores no se van a detener y van a seguir maltratando y maltratando”.
¿Qué pasó con el perrito?
La misma Jessica informó que el can fue llevado al antirrábico de Tlaquepaque “No estuvo en nuestras manos evitarlo. Es parte del protocolo de la denuncia”.
A través de las redes sociales se mostraron imágenes del lomito. “Como pueden ver, ya está siendo atendido y quedará en observación. Si todo sale bien, el perrito será entregado y después lo que viene, atenderlo y darlo en adopción”.
Entre argumentos y mentiras de Catalina Ledesma
“Es un animal, señora, ¿quiere que le haga eso a usted, la amarro?”, le indicaron a Catalina Ledesma por arrastrar a un perro con su camioneta.
“Okey, lo que pasa”, apenas señala.
“Pobrecito, señora”.
“Si lo quieren, agárrenlo”, dice la maltratadora de animales.
“¿Y todavía dice que sí?”, la encaran.
“Se sube a mi camioneta”, argumenta
Si lo quieren, agárrenlo”, vuelve a señalar la mujer.
“Usted no se va a ir… hablale a la policía, por favor”.
La mujer trata de argumentar el maltrato al pobre perro…
Lo que pasa, es que se sube a mi camioneta”.
A lo que le refutan… que no hay motivo para maltratar al perro.
Haga lo que haga, señora, por favor, cómo lo trae”.
La mujer trata de marcharse. “No, me tengo que ir, tengo una cita”.
En eso la mujer desciende de la camioneta con unas tijeras y les asegura a las personas que no está arrastrando al can. “Déjenme ir, tengo una cita”.
A lo que le recriminan.
Tengo cita, dice maltratadora de animales
“No, pinche vieja inhumana… Háblale a la policía, por favor”.
En eso, la mujer asegura que ella “es policía”.
La mujer pide que llamen a la policía para que se lleve al perro, por ella tiene una cita en el seguro, “por favor, déjame ir”.
Con descaro asegura que “no está asesinando” al perro, sólo se lo está llevando a la otra casa.
¿Por qué no lo sube a la camioneta?”.
No lo puedo subir porque rayó toda mi camioneta”.
Le hacen ver que el pobre animal no se puede parar. “No, no quedó, así se arrastra”.
“Eso no se le hace a los animales”.
Yo sé que no, pero me rayó toda mi camioneta”.
Para la mujer, “el está acostumbrado” porque “estaba en la calle”. A lo que cambió su versión, según ella, el animal estaba en la calle y se subió a su camioneta.