* Una joven pensó que en su ojo tenía una perrilla que estuvo ahí por cuatro largos años, al ver que no desaparecía decidió acudir al médico quien se percató de que era algo escalofriante
Excélsior
La recomendación de los especialistas es que, a la primera señal de que algo extraño ocurre en el cuerpo, es acudir al médico a fin de descartar que se trate de un padecimiento grave o difícil de tratar, o simplemente de achaque común y corriente.
Y aunque todos debemos estar la pendiente de lo que ocurre en nuestros organismos, una joven mujer jamás se imagino que, lo que ella pensó que se trataba de una perrilla en uno de sus ojos, era algo en realidad escalofriante.
A través de su cuenta de TikTok @silvanaespinozau, Silvana Espinoza narró como fue que pensó que en su ojo tenía una perrilla que estuvo ahí por cuatro largos años, sin embargo, al ver que no desaparecía decidió acudir al médico, donde el oftalmólogo de percató de que era algo muy distinto.
“Estuve 4 años de mi vida con un gusano viviendo adentro de mi ojo, y pensaba que eran orzuelos, el ojo se me ponía todo gordo y me salían unos pocitos blancos abajo y yo, bien ingenia me los arrancaba, porque me daba mucho placer, hasta que un día dije, bueno, llevo 4 años con puntos blancos, ¿qué es lo que me pasa?, pues tenía un gusano y los puntos blancos no eran orzuelos, eran los huevos del gusano, qué asco”, relato la mujer.
De acuerdo con la tiktoker, el especialista le explicó que se trataba nada menos que de un gusano, y que eso que ella pensaba que era una perrilla, se trataba de los huevecillos que el parasito estuvo depositando bajo su piel durante 4 años.
Por fortuna, tras el tratamiento adecuado, Silvana se recuperó completamente, dejando atrás la pesadilla de compartir su visión con un parásito.
Sin embargo, más allá de lo escalofriante que pueda parecer esta historia, es también un recordatorio para no ignorar cualquier señal de alarma que el organismo manifieste y acudir lo más pronto posible a recibir tratamiento médico.