* Descubre cómo enfrentar el bullying y protegerte a ti mismo en la escuela: estrategias efectivas y apoyo emocional para superar esta difícil situación
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El bullying es un problema grave que afecta a niños y adolescentes en todo el mundo, incluyendo México. Este fenómeno se caracteriza por comportamientos repetitivos de violencia física, verbal, emocional o ciberacoso hacia una persona por parte de uno o más individuos. En este tutorial, te brindaremos consejos y herramientas para enfrentar y superar el bullying en la escuela.
Identificar el bullying:
Lo primero es reconocer si estás siendo víctima de bullying. Algunos signos de alerta incluyen:
- Insultos o burlas constantes
- Exclusión o aislamiento social
- Amenazas o agresiones físicas
- Robo o daño a tus pertenencias
- Rumores o difamación
- Acoso en línea o ciberbullying
Habla con alguien de confianza
No te quedes callado. Comparte lo que estás experimentando con tus padres, amigos, maestros o consejeros escolares. Ellos pueden brindarte apoyo emocional y ayudarte a buscar soluciones.
No te culpes a ti mismo. Recuerda que el bullying no es tu culpa. Nadie merece ser maltratado o humillado por los demás. No permitas que los agresores afecten tu autoestima.
Ignora a los agresores:
En la medida de lo posible, evita responder o enfrentarte a los agresores. Mantén la calma y aléjate de la situación. No olvides que su objetivo es provocarte y obtener una reacción de tu parte.
Aprende a defender tus límites:
Practica asertividad y firmeza al expresar tus sentimientos y opiniones sin agresividad. Esto te ayudará a establecer límites y evitar que otros se aprovechen de ti.
Mantén registros de los incidentes:
Escribe fechas, horas, lugares y detalles de los episodios de bullying. Esto te ayudará a presentar pruebas y testimonios en caso de que necesites denunciar la situación.
Busca apoyo en grupos o talleres:
Existen organizaciones y programas que ofrecen apoyo a víctimas de bullying. Puedes unirte a grupos o talleres donde aprenderás a enfrentar el acoso y desarrollar habilidades para superarlo.
Denuncia el bullying:
Si el acoso continúa, considera denunciarlo a las autoridades escolares o, si es necesario, a las autoridades legales. Asegúrate de presentar pruebas y testimonios de los incidentes.
Cuida tu bienestar emocional:
El bullying puede tener efectos negativos en tu salud mental. Busca apoyo psicológico si es necesario y practica actividades que te ayuden a reducir el estrés y fortalecer tu autoestima.
Fomenta la empatía y el respeto:
Promueve valores de respeto, tolerancia y empatía en tu entorno escolar y social. Con tu ejemplo, puedes contribuir a prevenir el bullying y crear un ambiente más inclusivo y seguro para todos.
Antecedentes del bullying
El bullying es un fenómeno que comenzó a investigarse en Europa y en Estados Unidos hace más de 35 años. La palabra bullying viene del inglés bully, que significa bravucón o abusivo. En México, hasta hace poco no teníamos datos, pues para nosotros se había considerado un fenómeno “normal” que formaba parte de la experiencia adaptativa en la vida de un estudiante, y a la que se referían como “echar montón”, “traer de bajada”. Pensábamos que en el proceso de socialización de los estudiantes había que partir del principio de que «los niños son crueles por naturaleza y los que son objeto de abuso tienen que aprender a defenderse…» Y de alguna manera los padres, profesores y autoridades educativas permitimos que esto pasase.
Acoso laboral y mobbing
En el trabajo, el acoso laboral o acoso moral es conocido frecuentemente a través del término inglés mobbing (asediar, acosar, acorralar en grupo) y está relacionado con conductas que tienen que ver directamente con un desequilibrio de fuerzas que, independientemente de tipos de conducta o la naturaleza del acto infringido, tienen la intención por parte del agresor de: avergonzar, sacar ventaja, burlarse, excluir, humillar, amenazar, acosar, intimidar, hostigar, acorralar, aniquilar, atormentar o torturar.
Definición y características del bullying
El doctor noruego Dan Olweus propone que una persona que es agredida se convierte en víctima cuando está expuesta en forma repetida y durante un periodo prolongado a acciones negativas que lleva a cabo otra persona o varias de ellas. Es una forma de comportamiento violento intencional, dañino y persistente. Es un fenómeno que ocurre entre dos (o más) iguales, por ejemplo: la semejanza más común reside en la edad, pero entre esas coincidencias debe existir un desequilibrio entre los participantes. Este desequilibrio es de poder, lo que corrobora lo dicho: el abuso tiene como finalidad dominar e intimidar al otro.
Tipos de bullying y participantes
Existen diferentes tipos de bullying, entre ellos:
Físico: incluye toda acción corporal, golpes, patadas, formas de encierro, daños a pertenencias, etc.
Verbal: es el tipo de bullying más utilizado por las mujeres y el más común de acoso.
Gesticular: estas agresiones son las más difíciles de detectar, ya que pueden consistir en una simple mirada obscena, desagradable e intimidatoria, gestos, señas, etc. Y se hace de espaldas.
Cyberbullying: este tipo de bullying es nuevo, derivado de los grandes avances electrónicos, como el celular con llamadas y mensajes de texto, y en internet con correos y redes sociales a través de comentarios que dañan la integridad de las personas, generalmente son amenazas, difamaciones, groserías y diferentes formas de comunicación agresiva y violenta en el que está comprobado que ahora se involucran matices sexuales.
Los participantes en el bullying
El bully o agresor
Es el que tiene una gran necesidad de sentirse importante, popular, poderoso o en control. Puede haber padecido agresiones o crecer en familias en donde le hacen bullying. En muchos de los casos es una manera de llamar la atención.
La víctima
Generalmente es elegida a partir de su fragilidad, sensibilidad o autoconfianza; pueden ser hijos con sobreprotección de los padres o con algún rasgo físico diferente. En el trabajo, pueden ser las personas que destacan por su inteligencia o físico.
Los testigos
Normalmente no quieren involucrarse directamente en el abuso, pues tienen miedo y no quieren convertirse en la siguiente víctima. La mayoría de las veces no saben qué hacer, con mayor o menor conciencia piensan que mientras otro sea la víctima, no seré yo. «Pueden desensibilizarse y volverse agresores o abusadores también».
Ahora en México se cuenta con algunos índices, estadísticas públicas y de Derechos Humanos, el INEGI y el UNICEF, que dicen que 4 de cada 10 niños manifiestan que las burlas y apodos son parte de la escuela. De acuerdo con autores como Harry y Petrie, «el abuso es tal que el 10% de los alumnos que abandonan los estudios lo hacen debido a que son víctimas de violencia escolar».
Puntos a tomar en cuenta para enfrentar el bullying
En el caso de tener un bully, el principal obstáculo para enfrentar los problemas y darle solución se deriva del desconocimiento que se tiene de este fenómeno. La buena comunicación es fundamental para el acercamiento con los hijos o, en su caso, con los compañeros de trabajo en cualquier situación.
El primer paso para detener el bullying o mobbing es denunciarlo a las autoridades competentes para que se pueda hacer algo al respecto. Si hay silencio con respecto a este tipo de conductas, se nulifica la oportunidad de hacer algo y solucionar el problema.
Dar apoyo a las víctimas, pues casi siempre presentan dificultades para establecer buenas relaciones sociales con los demás compañeros.
Recordar que acciones como estas pueden marcar principalmente a los niños para toda la vida en su autoestima. Si notas que tu hijo tiene cambios de actitud, que no quiere asistir a clases, que no quiere salir con amigos o asistir a fiestas, no lo dejes pasar, trata de averiguar los motivos.
Amplio conocimiento: es importante tener el mayor conocimiento posible de los grupos de amigos para poder identificar fricciones o disputas.
Notificar a los padres o a los superiores, independientemente si son agresores o víctimas. Es muy importante estar convencidos de que cualquier conducta violenta es negativa y así deben transmitirlo.
Recuerda que la familia es un lazo tan fuerte que no te dejará caer. Mantén la comunicación abierta con tus seres queridos y busca apoyo si eres víctima de bullying o mobbing. Juntos podemos crear entornos más seguros y saludables para todos.