* Susana Domínguez, de 24 años, acusó a su psicólogo y a los servicios de salud por no supervisar su tratamiento de cambio de sexo, que inició a los 15 años e incluyó la extirpación del pecho y el útero
El Mundo
«Me arruinaron la vida», aseguró Susana Domínguez, de 24 años, la primera transexual arrepentida en España y quien está reclamando a la Sanidad Pública por haberle extirpado el pecho y el útero sin supervisión psiquiátrica, pues padece autismo.
“¿Y cómo se arregla esto ahora?”, cuestionó su madre durante una entrevista con el diario El Mundo.
Susana y su familia interpusieron un reclamo contra el Servicio Gallego de Salud por un diagnóstico incorrecto de disforia de género y la ausencia de acompañamiento psicológico durante su transición. Es la primera que se presenta en España.
Cuando tenía 21 años, Susana regresó con el psicólogo que seis años antes dio luz verde a su tratamiento de cambio de sexo. Ella le explicó que habían cometido un terrible error durante las conversaciones que tuvieron sobre su reconversión.
“Ella no era un chico en cuerpo de chica, como le habían dicho cuando tenía solo 15 años. Las hormonas y las operaciones habían sido una tremenda equivocación. Susana había tardado seis años en darse cuenta de que quizá sus problemas mentales, que incluían depresión y trastorno esquizoide, la habían incapacitado para tomar la decisión correcta”, indicó.
Le dijo al psiquiatra que siempre había sido mujer, pero con serios trastornos que no tenían que ver con la transexualidad y qué él, como profesional, no supo detectar a tiempo.
“Y, entonces, el psicólogo me dijo: ‘Ya empezamos, ya empezamos’. ¡Parecía que le molestaran mis problemas! Yo era una adolescente con problemas y él mi terapeuta”, indicó. Su cuerpo ya había sido modificado de manera irreversible.
“Llorabas y me manipulaste. Me manipulaste llorando, pero yo ya sabía que el cambio de sexo no iba a hacerte sentir mejor.”, le dijo.
La joven siguió buscando ayuda ante varios intentos de suicidio y descubrieron que el origen de sus males era el trastorno del espectro autista que el profesional no detectó.
Ni ese psicólogo del Servicio Gallego de Salud ni otra psiquiatra valoraron sus antecedentes genéticos, pues al menos seis personas en la familia de Susana, incluyendo su madre y hermanos, sufren de problemas de salud mental.
Señaló que su psiquiatra dio por hecho que era trans y ahora solo le dijo: “Ay, pero si tú estabas muy segura. ¡Yo tenía 15 años! ¿Cómo me dejaron hacer eso? ¿Cómo podía estar segura de lo que quería?”