» Los avistamientos de objetos voladores no identificados, mejor conocidos como ovnis, han aumentado en el último fin de semana, tanto que se ha vuelto un tema mundial; sin embargo, existe la creencia de que una ciudad mexicana es protegida por seres de otro planeta
Infobae
Estados Unidos, Canadá y China han protagonizado en los últimos días todas las noticias relacionadas con el derribamiento de fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), nuevo acrónimo que se otorgó a lo que antes se conocía como objetos voladores no identificados, mejor conocidos como OVNI, pese a que ningún gobierno ha confirmado que se trate de tecnología no humana, muchos internautas han apuntado a que podría tratarse de visitantes de otros planetas.
Todo el contexto ha recordado que, específicamente en México, existe un puerto y una ciudad en el norte del país donde los habitantes aseguran que son protegidos por aliens, razón por la que, presuntamente, en los últimos años no se han presentado desastres naturales o fenómenos atípicos que puedan poner en riesgo la vida de la población.
Se trata del Puerto de Miramar, entre las ciudades de Tampico y Ciudad Madero, Tamaulipas, lugar donde supuestamente se encuentra la ciudad submarina alienígena llamada Amupac, sitio donde seres no humanos se habrían asentado aproximadamente en la década de los sesenta, siendo el último registro de un fenómeno natural que destruyó en la zona.
Ante este panorama, Infobae México habló con Andrés Domínguez, un joven ciudadano de Tampico, el cual relató cómo ha sido vivir día a día con el mito de la ciudad en la que nació, mismo que ahora puede ser visto en eventos culturales, políticos, aumento del turismo y muchas más aristas que para muchos podrían pasar desapercibidas, pero que para la población de la entidad resulta importante de conservar.
El joven relató que la leyenda sigue día a día debido a que muchas personas, en la actualidad, continúan asegurando que son observables avistamientos, objetos en el cielo que distan de ser aéronaves comúnmente conocidas, así como luces en el cielo, especialmente en la época de huracanes, situación que refuerza su idea de que son protegidos por fuerzas no humanas.
“Se especula que hay una base alíen en Playa Miramar porque han habido avistamientos de naves y en los últimos años nos hemos visto amenazados por la trayectoria de diversos huracanes, pero siempre, al tocar las aguas de la playa, se desintegran o se desvían”, contó Andrés.
Y es que, de acuerdo a los registros históricos del país, en 1955 y 1966 se vivieron los últimos dos huracanes que golpearon la costa tamaulipeca —entre Tampico y Ciudad Madero— y que, según relatos de los habitantes, fueron de los más devastadores y sus efectos fueron perceptibles incluso en Nuevo León.
No obstante, la leyenda sobre la protección al territorio no nació solo con las criaturas de otro planeta, en realidad tras el último huracán y debido a la fe de la población, en 1967 se levantó una imagen de la Virgen del Carmen junto al muelle próximo al río Pánuco. Luego de este acto, los huracanes cesaron, por lo que se convirtió en una de las primeras explicaciones que tuvo la ciudadanía tras no volverse a presentar un fenómeno meteorológico.
En ese mismo año comenzaron los primeros avistamientos de naves en los dos municipios antes mencionados, hechos que se reportaron en medios locales y donde se detalló que algunos habitantes vieron “extrañas luces”; cabe aclarar que éstas fueron identificadas por un contralor de vuelo, no solo por los ciudadanos.
Sin embargo, el mito se profundizó en 1970 cuando un hombre extranjero —se presume que podría ser estadounidense— dijo haber sido contactado por los extraterrestres, los cuales le revelaron que cerca del puerto de Miramar se encontraba la ciudad submarina alienígena, la cual tendría el nombre de Amupac.
Aunque Andrés lleva toda su vida viviendo en el estado, confesó que su creencia en el mito creció hace aproximadamente siete años cuando comenzó a trabajar en un medio local y le tocó cubrir un evento del Día del Marciano, la festividad que nació para agradecer a los seres por evitar que la población se vea afectada, además de conocer más de cerca cómo es que se desintegran “por arte de magia” los huracanes.
“Sí soy creyente de que esta leyenda urbana es real porque, obvio, los alíens existen y es mucha la ‘coincidencia’ de que ningún huracán ha tocado tierra desde que comenzaron los avistamientos”.
Aunque existe una explicación científica del porqué se desintegran los huracanes al tocar tierra, como la que dio a conocer el Tecnológico de Monterrey, en donde el profesor Irandi Gutiérrez explicó que el hecho responde a que la temperatura del agua en la entidad “es más fría de lo normal”, eso provoca que aumente la masa del aire y se desintegren los huracanes, la ciudadanía e incluso los gobiernos locales han apoyado las creencias populares.
Fue en 2013 cuando la administración municipal de Ciudad Madero dictaminó que todos los 29 de octubre se celebraría el Día del Marciano. Años más tarde, ya en 2019, se colocó un busto de alíen, además de que se realizaban festivales de música en la playa; sin embargo, el monumento fue robado y hasta la fecha no se ha colocado uno nuevo en la zona.
Tanta es la creencia sobre el hecho que unos ciudadanos crearon la Asociación de Investigación Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT), la cual realizó su primer Congreso en la entidad durante junio del 2022 y que, además, cuenta con el apoyo de la Mutual UFONetwork (Mufon), la organización estadounidense más antigua en investigar sobre avistamientos.
Pese a que los científicos o aquellos que no creen en la presencia de seres no humanos en la zona han descartado la leyenda popular, la ciudadanía tamaulipeca la ha vuelto parte de la cultura popular, incluso reportando aumento del turismo debido a la venta de “recuerditos” o de experiencias relacionadas a hechos extraterrestres.