* La Línea de la Vida, brinda asesoría especializada a la población abierta sobre prevención y tratamiento del consumo de sustancias psicoactivas
Crónica
La Línea de la Vida 800 911 2000, de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), es una alternativa al alcance de la mano, para la población en general, incluidas niñas, niños y adolescentes, sobre prevención y tratamiento del consumo de sustancias psicoactivas, incluso, para quienes ya tienen problemas de consumo y requieren apoyo especializado.
Alexiz Bojorge Estrada, subdirectora de la Línea de la Vida de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) 800 911 2000, informó que en 2021 se recibieron 81 mil 738 llamadas y 50 mil 087 personas fueron atendidas, y en el presente año, se ha brindado apoyo a 68 mil 299 personas, de las cuales, el 37 por ciento ha sido por problemas con el consumo de alcohol.
En este sentido, cabe mencionar que el alcohol es la sustancia de inicio en el consumo de productos psicoactivos en personas entre los 15 y 20 años, sobre todo hombres; 43 por ciento de las personas identifica que es para sentirse mejor, 26 por ciento para relajarse, 13 por ciento para socializar y 18 por ciento por otras razones.
Al respecto, la coordinadora de la Clínica de Trastornos Adictivos del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de Fuente Muñiz”, Diana Pérez Molina, dio a conocer que la tolerancia del organismo a las bebidas alcohólicas depende de la cantidad, el grado de alcohol, tiempo transcurrido entre una ingesta y otra, sexo y peso corporal. La concentración en la sangre podría durar hasta seis horas después de la última copa.
Advirtió que lo ideal es no consumir alcohol; en caso contrario, es fundamental ingerir alimentos antes, prolongar hasta una hora por copa, no mezclar con medicamentos o sustancias psicoactivas, tampoco ingerir por ocasión diferentes tipos de bebidas embriagantes, puntualizó.
Ambos especialistas coincidieron en que las sustancias embriagantes son altamente adictivas, sobre todo en quienes tienen predisposición genética a consumirlas. Asimismo, influyen la publicidad, amistades y las redes sociales.