Xalapa, Ver

Malas noticias… tener relaciones no es sinónimo de ejercicio; te decimos por qué

* Incluso se llegó a decir que los hombres gastan más energía pensando y hablando de actividad sexual que en el acto mismo

EXCELSIOR

Considerando que el sostener relaciones sexuales involucra el movimiento constante de múltiples músculos, muchas personas podrían considerar esto como ejercicio.

Y sí, al tener sexo las personas queman entre 50 y 100 calorías, pero no a un grado importante como para comparar dicha actividad con subirse a una caminadora, por ejemplo.

Recientemente la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) escribió al respecto y recordó un artículo publicado por la Harvard Health Publishing, cuyos investigadores evaluaron a 19 hombres con una edad promedio de 55 años, a quienes revisó los efectos cardiovasculares de la actividad sexual.

Los voluntarios fueron monitoreados ejercitándose en una caminadora y durante el sexo, y los resultados mostraron mayor desgaste en la herramienta que en la intimidad con su pareja.

La investigación contempló una escala de intensidad de 1 a 5, siendo 5 la más alta, y los hombres calificaron la caminadora con un 4.6, por un 2.7 en el sexo.

Tal parece que los hombres gastan más energía pensando y hablando de sexo que en el acto mismo, ya que la frecuencia cardíaca durante los encuentros sexuales raramente superó los 130 latidos por minuto y su presión sistólica (el número más alto que se registra cuando el corazón bombea sangre) casi siempre se mantiene por debajo de 170”, redactó UNAM Global.

El estudio concluyó que un hombre puede calificarse estar en forma para tener relaciones sexuales siempre y cuando pueda subir dos o tres tramos de escaleras sin dificultad.

E independientemente de que tenga o no una enfermedad cardiaca “la mejor manera de mantener el sexo seguro es mantenerse en forma evitando el tabaco, haciendo ejercicio con regularidad, comiendo una buena dieta, manteniéndose delgado y evitando demasiado alcohol”.

Características de los 19 hombres que fueron evaluados:

  • El 75 por ciento de ellos estaban casados
  • El 70 por ciento tenía una enfermedad cardiovascular
  • El 53 por ciento consume medicamentos para reducir la presión arterial.

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