Con esta idea, les llamó a dos de sus “contactos”, pero sólo con uno se pudo comunicar y lograr un acuerdo para que lo pudieran “cruzar” a los Estados Unidos.
Así acordaron el pago de nueve mil dólares, para ello, le solicitó a uno de sus hermanos que vendiera una de sus camionetas que tenía en Estados Unidos, a donde viajaba varias veces al año o bien estaba por largo periodo, desde que estaba en la secundaria.
Para ello, de su natal Huajales, en el municipio de Pinal de Amoles, donde no hay más de 300 habitantes, y desde donde emigran al país de norte desde jóvenes, se dirigió a Monterrey, posteriormente cruzó el Río Bravo, y llegó a Laredo, para abordar el tráiler, donde junto con otras personas partieron con rumbo a la zona norte de Estados Unidos.
Su esposa, María Guadalupe Ramírez Garay, dijo que abordó un camión desde el pasado 19 de junio, con rumbo a Monterrey para posteriormente comenzar a viajar a Nuevo Laredo, cruzar el Río Bravo y posteriormente llegar a Laredo.
El sólo me dijo ya tengo mi contacto para irme, tenía dos. Había uno que solamente iba a brincar un muro, nada más les ponen un andamio, brincan y ya pasan de aquel lado los levanta un carro y se van. Entonces estaba conmigo y le dijeron espérate unas semanas, las personas andan en otro lado; no sé qué tan extenso sea el muro, andan por otro lado, espérate unas semanas más y yo te aviso. Pero mi niña cumple años en noviembre y dijo el, no es que yo ya me tengo que ir, y me dijo me voy a ir con el otro contacto, le dijo es por el río. A Monterrey, y de ahí a Nuevo Laredo”.
Agregó que sólo a su familia, Marcial le comentó que abordaría el tráiler abandonado con más de 60 personas, pero que sólo les quedaba “un retén” para llegar a su destino. “A mí no me comentó que fuera en tráiler, pero a su familia si les dijo que de ahí para allá los subían a los tráileres para pasarlos a mi nada más me comentó que sólo le faltaba un pase. Después de pasar el río, le faltaba un pase, un retén para pasar allá que ya era lo último”.
Pero no era la primera vez que iba a Estados Unidos, desde que tenía 12 años de edad, una vez que llegó a la secundaria, incluso alguna otra ocasión había intentado sin éxito cruzar, una vez se fue por el desierto, y en otras regresó deshidratado, otras por Tijuana. Marcial tenía menos de tres meses de haber regresado a México cuando decidió de nueva cuenta emprender el regreso a Estados Unidos y por ello, decidió pagar nueve mil dólares para pagar a su “pollero”.
A mí me dijo que 9 mil dólares, el antes que se viniera de allá tengo entendido que tenía un carro y le dijo a su hermano que lo vendiera y preparara el dinero para cuando él se fuera. Al último que me dijo es que ya estaba de aquel lado y le dije cuídate.
Está su veladora prendida, estamos pidiendo a Dios por ti para que estés bien y me dijo Gracias, yo mañana te mando un mensaje, me voy a bañar y le dije está bien, cuídate mucho y yo me quedé con esa idea; mañana te mando mensaje, y ya no volvió a mandar ningún mensaje no volví a saber nada de él”.
Dijo que prefiere no albergar alguna esperanza de que pueda estar con vida porque ya le pidieron todas las fotos para poder identificarlo, sus tatuajes, señas particulares, e incluso su hermano que vive en Estados Unidos acudió a hacerlo.
Al momento que sale en las noticias fue lo primero que pensé porque él iba llegando ahí, a ese lugar, exactamente de donde partió, el trayecto que hizo el tráiler el en ese lugar estaba.
Mi niña sabe todo, yo no le quiero engañar y hacer que sienta más dolor por esconderle algo”. Ahora no se sabe cuándo regresará Marcial a Pinal de Amoles, de donde salió en busca del llamado sueño americano, de donde ella le pidió irse. Incluso, un día antes le dijo que tenía miedo: “Él me dijo no te desanimes, haz lo que tienes que hacer, descansa, duérmete, todo va a estar bien, primeramente, Dios, cuando ya estaba de aquél lado me dijo primeramente Dios en unos días estoy a donde voy”.