Xalapa, Ver

Tatúa su nombre por la fuerza en el rostro de su exnovia, tras torturarla

EL UNIVERSAL

El viernes 20 de mayo, Tayane Caldas, una brasileña de 18 años, salió de su casa cuando su exnovio apareció y la obligó a subirse a un auto. Era el principio de un martirio que terminó con el nombre de él tatuado en el rostro de ella, por la fuerza.

Caldas, quien reside en Sao Paulo, contó a TV Vanguarda que su exnovio, a quien identificó como Gabriel Henrique Alves Coelho, no aceptaba que ella hubiera terminado con él.

A pesar de que existía una medida cautelar por la que él no podía acercarse a ella, Gabriel la secuestró y la llevó a su hogar, donde la ató, la golpeó, torturó e insultó.

Luego, le dijo que le tatuaría su nombre en la cara. Ella le lloró y suplicó. “Le pedí que no lo hiciera porque destruiría mi vida y me dijo que de todos modos lo haría. Mientras gritaba, me golpeó. Sólo vi el tatuaje terminado después y lo único que pude hacer fue llorar“, relató.

“Cuando miré, ya no era yo. No soy yo con esto aquí. A mí me mató por dentro. Me remató al marcarme, como si fuera de su propiedad”.

Tayane conoció a Gabriel hace seis años; hace dos comenzaron una relación. Al principio, todo iba bien. Según contó la joven, veía a Coelho como “un príncipe”.

“Me empezó a prohibir que me pusiera un conjunto; después no me dejaba salir con mis amigos y luego comenzaron los golpes”. Cuando se lo contó a su mamá, ésta le pidió que lo dejara, y Tayane se separó. Pero Gabriel siguió insistiendo, diciendo que “todo iba a cambiar”, y la convenció.

“Fue mi mayor error”, dijo a G1. Tayane se fue a vivir con Gabriel y fue en esa etapa cuando él le puso dos tatuajes sin el consentimiento de ella. Uno en el pecho, otro en la ingle.

“En su cabeza, me convertí en su esposa. Si quisiera romper, ya no podría. Intentó matarme varias veces: me tumbé y me estranguló, sólo paró cuando se dio cuenta de que ya no me sujetaba, cuando mi cuerpo ya estaba blando”, describió.

Ella huyó y con el apoyo de sus padres solicitó una orden de restricción. Tayane recibió un dispositivo de protección y, ya más tranquila, consiguió trabajo y comenzó a recuperar su vida.

Pero Gabriel no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácil y comenzaron las amenazas. “Ya no tenía redes sociales, ni celular, hasta que me agarró en la calle y dijo que iba a cumplir su promesa de tatuarme la cara con su nombre”.

La policía detuvo infraganti a Gabriel, de 20 años, por incumplir la restricción que le impedía acercarse a la joven.

Con él preso, Tayane decidió dejar atrás sus miedos y dar a conocer su historia. “Quiero que la gente que me está viendo la cara así, que me vea, que no tenga miedo. No se puede tener miedo, hay que denunciarlo, porque todo empeora”.

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