Pero ojo acá, este porcentaje de personas estarían dispuestos a renunciar a su actual trabajo siempre y cuando ya tengan otra opción de trabajo. Por eso, afirman, esperarían el tiempo necesario pero buscarían otras opciones y a la primera oportunidad, darían el salto de trabajo.

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El home office y el trabajo
De todas las personas que participaron en esta encuesta, el 24% piensa que es muy difícil encontrar trabajo pero no descartarían la opción de cambiar si se les presenta una mejor oportunidad laboral o con las medidas de seguridad que están buscando. Por otro lado, el 21% se quedaría y se adaptaría a lo que la empresa establezca ya que su mayor preocupación es la edad.
De acuerdo con los resultados de la bolsa de trabajo, la rotación de personal afecta de manera importante a las organizaciones. Es por eso que para evitar perder personal, las empresas han hecho cambios favorables para que los trabajadores puedan sentirse cómodos y felices dentro de la empresa, por ejemplo, la implementación del home office permanente, un esquema híbrido, cambio radical en las instalaciones, espacios más abiertos, horarios flexibles, etc.

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En este sentido, el 61% de los encuestados afirmaron que teniendo estos cambios si se quedarían en la empresa, pero concuerdan en que no solo se debe cambiar el salario emocional, sino también los sueldos y las prestaciones.
El 3% señala que un cambio verdaderamente alentador sería un mejor salario, mejores prestaciones, respetar los horarios de trabajo (aún estando en casa), ser más flexibles, capacitaciones constantes y fomentar el buen clima laboral.
¿Y qué onda con la fatiga laboral relacionada con juntas o videollamadas? Como podemos ver en la siguiente gráfica, el 90% de los encuestados atiende entre 1 y 10 reuniones por semana.
