En el marco de la política de “COVID cero”, las autoridades temen que los perros y gatos de las personas infectadas sean un vector de contagio y optan por la medida más inhumana. IMÁGENES SENSIBLES
Infobae
Las autoridades argumentan que hay un temor a infectarse a través de los perros y gatos, en medio de la estricta política de “COVID cero” ordenada por el régimen de Xi Jinping. Pero lejos de buscar un confinamiento o medidas adecuadas para las mascotas, en varias ocasiones se comprobó que los agentes matan violentamente a los animales que sufren indefensos.
En un video, verificado por la AFP, se puede ver a un funcionario vestido con un traje de protección aporreando a muerte a un perro en plena calle. Un medio de comunicación local informó el jueves que el comité de barrio había confesado haber eliminado al animal por “miedo a infectarse”, admitiendo que se trataba de un acto “irreflexivo”.
Fue tal el repudio que el video logró expandirse por redes sociales pese de la estricta censura de internet en China, y se escucha cómo el perro grita de dolor y los vecinos reclaman por la crueldad.
Autoridades apuntan contra perros y gatos de personas contagiadas de COVID
Las imágenes fueron grabadas por un vecino del complejo Xinghai Jiayuan y muestran cómo el trabajador golpea tres veces con una pala a un perro corgi que había corrido detrás del autobús que llevaba a su cuidador a un centro de aislamiento. El empleado explicó: “La gente tiene miedo de las bacterias y la transmisión. No lo hemos pensado bien. Nuestro director le ha dicho al dueño que le compensarían después”.
La persona infectada se debatía entre dejar que su perro saliera al exterior con la esperanza de que sobreviviera, o mantenerlo dentro, donde podría morir de hambre si se quedaba fuera de casa durante mucho tiempo. Finalmente, decidió dejarlo afuera sin imaginar el desenlace fatal tan inmediato.
La tensión también se debe a que el distrito de Shanghái donde ocurrió el incidente, Pudong, está cerrado desde el 28 de marzo en lo que se suponía que era un intento a corto plazo de detener la propagación del coronavirus, pero que se ha prolongado indefinidamente a medida que el número de casos sigue aumentando.
En ese contexto, se multiplican los videos de abusos contra animales por parte de los funcionarios chinos. Es posible que las imágenes correspondan a otros momentos de la pandemia, ya que se han repetido las escenas de maltrato animal en la ciudad.
Las medidas hacen mella entre la población y la tensión llega a las redes sociales, en las que se comparten vídeos de peleas de residentes con sanitarios, de falta de comida durante las cuarentenas o del maltrato y sacrificio con crueldad de mascotas de personas aisladas, y donde se empieza a cuestionar la eficacia de los confinamientos dada la alta transmisibilidad de ómicron.
Muchos de los 25 millones de residentes de Shanghái parecen cansados de los discursos triunfalistas del Partido Comunista en el poder, y derraman su furia en las redes sociales ante la escasez de alimentos, las restricciones y el exceso de celo de las autoridades.