* El alcalde de Benito Juárez dijo que la acumulación de gas que originó la explosión en el edificio fue de entre cinco y ocho horas
EL UNIVERSAL
El alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, informó que la explosión por acumulación de gas se debió “al mal instalado” de un equipo de lavado y secado en el departamento 307.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva para el noticiero “Por la mañana” de Radio Fórmula, Taboada Cortina dio a conocer las causas que generaron la explosión en el edificio.
“Fue una acumulación de gas LP en el departamento 307, tiene que ver con un equipo al interior que estuvo mal instalado y que de una u otra manera generó la acumulación del gas durante cinco u ocho horas. Fue la mala instalación de un equipo de lavado y secado”dijo.
Santiago Taboada reveló que, de acuerdo con los peritajes preliminares, el edificio no sufrió daños estructurales, por lo que no deberá demolerse.
“En algunas de las revisiones preliminares que se hicieron ayer, solamente lo que tiene que ver con el 307 y el 207 tuvieron desprendimiento de una loza ligera. Este edificio tiene un método constructivo de columnas y trabes, por lo que obviamente todo el tema de cancelería, mampostería y vidrios sí tendrá que ser reparado”, explicó el alcalde.
Respecto al tema de los inquilinos del inmueble afectados, Santiago Taboada expuso que más de 17 familias se hospedaron en un hotel de la Benito Juárez, a las cuales también se les dará alojamiento la noche de este martes y mañana miércoles.
También comunicó que desde ayer las personas pudieron ingresar a sus departamentos, en grupos de cinco acompañados de personal de Protección Civil y bomberos, para sacar sus pertenencias.
Terror y caos en Benito Juárez por explosión en edificio
El caos y terror imperó sobre la avenida Coyoacán y Amores, en la alcaldía Benito Juárez, ante la explosión por acumulación de gas en el departamento 307, localizado en el edificio marcado con el número 1909.
Los residentes de los 63 departamentos que conforman el complejo habitacional no daban crédito a lo sucedido ni por la forma en la que volaron los cristales de ventanales, así como gran parte de las estructuras metálicas, sobre todo, estaban sorprendidos porque aún estaban vivos.
Tras el siniestro registrado a las 10:17 horas, de acuerdo con videos que captaron la explosión, la gente salió como pudo del edificio, algunos en ropa interior, otros con batas y hasta cargando a sus mascotas para ponerlas a salvo de cualquier incidente.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, la explosión dejó un saldo de una persona muerta y 29 lesionados, de los cuales 11 fueron trasladados a los hospitales Rubén Leñero, Xoco, Médica Sur y San Ángel Inn, uno más llegó por sus propios medios al Sanatorio Adventista y otros dos fueron internados en el Hospital Enrique Cabrera, debido a que están enfermos por Covid-19.
En cuestión de minutos, la zona del siniestro ocurrido en la colonia Acacias se llenó de patrullas, ambulancias y unidades de bomberos que prestaron ayuda a las personas lesionadas sobre las banquetas. Por esa situación también se obligó al desalojo de 300 personas habitantes de edificios contiguos.
Por este hecho, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) inició una carpeta de investigación. El expediente inició de oficio, por los delitos de daño a la propiedad y lesiones, ambos culposos.
Como parte de las acciones inmediatas realizadas por la dependencia, el representante social de la Fiscalía de Investigación Territorial en Benito Juárez dio vista a agentes de la Policía de Investigación (PDI), quienes ya buscan posibles testigos, además de llevar a cabo el rastreo y análisis de imágenes de cámaras.
Asimismo, personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales, expertos en las materias de criminalística, fotografía, video, incendios y explosivos, hidrosanitarias y electricidad recaban indicios para la elaboración de los dictámenes.
Según el reporte de las autoridades, el siniestro ocurrió alrededor de las 10:17 horas, en un departamento del tercer nivel del complejo habitacional marcado con el número 307, donde se encontraban tres personas, una de las cuales lamentablemente perdió la vida horas más tarde en un hospital, cuando recibía atención médica especializada.
Las otras dos presentaron quemaduras de segundo y tercer grado en 60% del cuerpo y diversas contusiones derivadas del impacto de ladrillos, escombros, vidrios y otros artefactos que salieron volando el momento de la explosión. De manera paralela, personal de Protección Civil de inmediato realizó una inspección en el edificio siniestrado y en dos contiguos que, aunque no resultaron afectados de manera directa, sí sufrieron daños.
Sin embargo, y de momento, algunas de las 300 personas que fueron desalojadas, gradualmente y conforme transcurrieron los trabajos de investigación, así como el retiro de escombros, fueron regresando de uno en uno a todas sus viviendas.