- El Presidente estima que, a mediados de año, economía habrá recuperado niveles previos a pandemia; reconoce a Fuerzas Armadas por apoyo fundamental
MILENIO
Ciudad de México, 31 de marzo de 2021.- A pesar de la fuerte pandemia del Covid-19 y otras calamidades, México se transforma y progresa con justicia y paz social, afirmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, aún cuando aceptó que todavía hay mucha pobreza y no se ha alcanzado una sociedad mejor, con igualdad, democracia y libertades.
“No tenemos crisis de bienestar social, ni hay saqueos, ni repunte delictivo por hambre, desesperación o desamparo. Desde luego todavía hay desgraciadamente en nuestro país mucha pobreza y nos falta alcanzar el objetivo central de vivir en una sociedad mejor, más fraterna, con más igualdad, justicia, democracia y libertades”, dijo.
Al presentar su primer informe trimestral de 2021 en la excapilla de la Emperatriz en Palacio Nacional, ante el gabinete legal, el titular del Ejecutivo federal dio un repaso a los temas de economía, programas sociales, infraestructura, seguridad, salud, así como las políticas energética y eléctrica.
Primeros 100 días del Tercer Año de Gobierno. https://t.co/COO0vgZK7N
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) March 30, 2021
Enfatizó que ha funcionado la fórmula de gobernar con honradez y austeridad, incluso en circunstancias de crisis y a pesar de la nefasta herencia que se recibió del periodo neoliberal. Añadió que con la política de cero corrupción se ha podido hacer más con menos, y sin permitir lujos o derroches.
En lo económico y social señaló que también vamos saliendo de la crisis, y estimó que el crecimiento para mediados de año será de al menos 3 por ciento, como antes de la pandemia, a pesar de que algunos analistas y los más precavidos dicen que será de 5 por ciento al final de 2021.
Informó que de un millón 117 mil 584 empleos formales perdidos durante la pandemia, se han logrado recuperar 538 mil 13. Agregó que para el primer trimestre del año aumentarán 13 por ciento el envío de remesas a México, en relación al mismo periodo del año pasado.
En un discurso de 47 minutos, el Presidente dedicó especial atención a reconocer el respaldo de las Fuerzas Armadas en la distribución de vacunas antiCovid, tareas de seguridad, construcción de cuarteles para la Guardia Nacional, los aeropuertos de Tulum y “Felipe Ángeles”, y varios tramos del Tren Maya.
«No tenemos crisis de bienestar social, ni hay saqueos, ni repunte delictivo por hambre, desesperación o desamparo. Desde luego todavía hay desgraciadamente en nuestro país mucha pobreza y nos falta alcanzar el objetivo central de vivir en una sociedad mejor». / Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
Sostuvo que “las acusaciones de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y, en su mayoría, de la más elemental buena fe. No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra a nadie, que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades, y mucho menos que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos”.
Dejó claro que en esta nueva etapa, la decisiva participación de soldados y marinos en acciones de desarrollo, bienestar y paz “contribuye a dejar atrás la distancia y hasta la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobernantes”.
Remarcó que sin la lealtad de las secretarías de la Defensa y la Marina, y sin su entrega al pueblo, no se tendrían los mismos resultados: “con las Fuerzas Armadas contenemos a la delincuencia organizada e impulsamos la reconstrucción de la seguridad y la paz”.
No obstante, admitió que dos de los 11 delitos considerados de alto impacto han presentado aumentos, como el feminicidio, que creció 8.5 por ciento, y la extorsión subió 21 por ciento. Sin embargo, durante su gestión se redujo el huachicol en 95 por ciento; homicidios, 1.6; robo de vehículos, 40, y secuestro, 38 por ciento.
En el tema energético, advirtió que el Gobierno federal seguirá trabajando por fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues es una empresa del Estado que no puede ser ninguneada, y que la reforma eléctrica que impulsó el Congreso permitirá reparar el grave daño que causó la privatización al sector público y a la economía popular.